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  1. Echamos la emulsión en la reguera y sujetando firmemente la pantalla, inclinándola unos 35º y con la parte frontal mirando hacia el frente, apoyamos la parte redondeada de la reguera en la tela.
  2. Volcamos la reguera suavemente hasta que la emulsión toque la pantalla y damos dos pasadas suaves hacia arriba, sin apretar demasiado.
  3. A continuación damos la vuelta a la pantalla y hacemos el mismo proceso, pero esta vez sólo se dará una pasada fuerte (apretando la reguera contra la tela).
  4. Nos aseguramos de que la emulsión en la pantalla haya quedado de manera uniforme y lisa. En caso de encontrar cualquier defecto que pueda afectar a la insolación como pueden ser gotas o acumulación de emulsión, es conveniente corregirlo. Para ello tan sólo se deben dar tantas pasadas como sean necesarias por las dos caras de la pantalla con la parte afilada de la reguera vacía de emulsión. Con esto conseguimos retirar la mayor parte de la emulsión aplicada, dándonos la oportunidad de volver a comenzar el proceso prácticamente desde cero sin necesidad de lavar la pantalla.
  5. Cuando terminamos de aplicar la emulsión guardamos la pantalla en un sitio completamente oscuro. Si tenéis a mano un cajón grande la guardamos cuidadosamente en posición horizontal y totalmente recta, siempre con la parte frontal de la pantalla mirando hacia abajo. Cualquier inclinación da lugar a que la emulsión se deslice, acumulándose y goteando, convirtiendo esa parte de la pantalla en inservible.
  6. La dejamos secar 24-48 horas. En nuestro caso, con 24 horas es suficiente. El tiempo depende del grado de humedad de la habitación, la ventilación, temperatura…
  7. Otra posibilidad es secar las pantallas de manera vertical, pero no lo aconsejamos ya que como hemos comentado anteriormente, la emulsión se deslizará por la propia fuerza de gravedad, acumulándose en la parte inferior de la pantalla mientras que el resto de la superficie queda prácticamente desprovista de emulsión, dificultando el revelado y aún más el estampado.


Emulsionar con la Racle o Paleta
En caso de no disponer de una reguera se puede empezar con otras herramientas como una racle o paleta. Los pasos a seguir son los mismos que cuando se emulsiona con una reguera, pero hay un gran inconveniente; Con estas herramientas secundarias es muy difícil conseguir la acumulación de emulsión necesaria sobre el bastidor, quedando generalmente desprovista de la cantidad necesaria para que a la hora de revelarla el dibujo quede en relieve. Es muy importante que quede en relieve ya que permite que se acumule tinta en esas zonas facilitando el estampado ya que disminuye las posibilidades de que la tinta se seque en la tela, aparte influye en la cobertura de tinta en cada pasada que realicemos.

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